La coherencia se logra gracias a la armonía entre lo interior, lo exterior, y aquello que los conecta y los posibilita; implica ser leal a los valores institucionales tanto como a los personales y operar con completa claridad y transparencia para evitar cualquier contradicción.

La mirada al otro y todo lo que nazca desde ella es sumamente importante. Consideramos vital que esta mirada parta desde un lugar sin juicio ni exclusión. Esta forma de ver garantiza dignidad y derecho a la confidencialidad a todas las partes.

Creemos que cada persona es el agente más importante de su propia realidad. Ningún proceso de sanación es verdaderamente valioso o está completo sin herramientas reales y concretas, es decir: ancladas en el poder y la responsabilidad de cada uno en el mundo real.

Es el compromiso con uno mismo para realizar el mejor trabajo posible. Este proceso es de mejora continua y siempre está orientado a abordar los procesos de sanación, aprendizaje y enseñanza de la manera más eficaz y eficiente posible.

La reciprocidad es nuestra forma de cuidar que las relaciones sean armoniosas y sostenibles; esto se logra a través de acciones conscientes que contribuyan al equilibrio entre dar y recibir, entendiendo que quien toma o da en exceso genera desequilibrio. Es nuestra intención sembrar y cuidar esta dinámica hacia el interior y el exterior de Casa de Sabiduría.